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Fiestas sin alcohol: la última moda entre los jóvenes que crece en el mundo

Desde la pandemia, el consumo de alcohol comenzó a descender en EEUU y las fiestas libres de sustancias son cada vez más populares. Por qué es difícil que llegue a Argentina

En el seno de Los Ángeles, una fiesta cobra cada vez más popularidad. Cientos de jóvenes se juntan en un evento organizado por un DJ para bailar, mientras disfrutan de pizzas gratis y toman un famoso cóctel. No es cualquier fiesta: a diferencia de la mayoría, no hay ni alcohol ni drogas. Hay, en cambio, latas de Roxie, un cóctel sin alcohol, y ejercicios de respiración. Es «un ambiente donde la sobriedad es bienvenida». También es una moda que va en aumento.

Eventos como el Natural High, que se celebra en Elysian Park, son cada vez más frecuentes en Los Ángeles, una ciudad donde «mucha gente hace cosas que consisten en drogarse o emborracharse mucho», según describió una de las residentes de Echo Park que asistió a la fiesta, Alice Moon. Para muchos, disfrutar sin los efectos del alcohol o la droga es una salida más que interesante.

Adam Weiss, el DJ que planeó el encuentro, contó que la idea surgió a partir de un grupo semanal de meditación y gratitud que inició durante la pandemia«Fue algo gradual. La gente está más interesada en el cuidado personal y en la salud mental, y parte de eso es ser intencional y consciente. Incluso yendo a fiestas, la gente va porque quiere conectarse. Creo que el permiso para conectarse sin estar ebrio es atractivo para la gente«, le dijo a Los Angeles Times.

Fiestas sin alcohol: la nueva socialización

En coincidencia con el inicio de las fiestas Natural High, a partir de 2020 el consumo de sustancias comenzó a caer entre los adultos estadounidenses. Según una encuesta de Gallup de 2021, la ingesta de alcohol en los adultos disminuyó un 5% con respecto a 2019.

Además, un informe de Berenberg Research reveló que la Generación Z toma un 20% menos de alcohol que los Millennials y, dado que esa generación ya comenzó a alcanzar la mayoría de edad, las industria de bebidas sin alcohol superó los USD 11.000 millones de dólares en valor de mercado. De esta manera, los organizadores de eventos se empiezan a adaptar a los nuevos hábitos de los jóvenes en Estados Unidos. Para DJ Weiss, que organizó Natural High, los cambios recientes en los hábitos de bebida reflejan una tendencia más profunda.

“Aparte de los bares, no tenemos ningún otro lugar donde socializar. Teníamos que crear algo”, dijo Courtney Miller, quien junto con Brandon Darnell cofundó Superbloom Collective, que organiza fiestas de baile sin sustancias y basadas en donaciones en Santa Mónica, junto con talleres de yoga y movimiento.

Además, Radha Agrawal, la fundadora de una fiesta libre de alcohol llamada Daybreaker, agregó que el objetivo era cambiar la imagen de la sobriedad, incorporando elementos de la cultura de la vida nocturna: «Queríamos reinventar la palabra ´sobriedad´ y el concepto como algo presente, consciente y conectado».

Moda de exportación

El primer Daybreaker se llevó a cabo en una cafetería en el sótano de Union Square de Nueva York durante la primera nevada de diciembre de 2013. Al año siguiente, aparecieron fiestas en San Francisco. Al año siguiente, el proyecto fue invitado a South by Southwest en Austin, Texas, y al otro lado del charco, a Londres.

Hasta la fecha, Daybreaker festejó con más de 500.000 personas de todas las edades en 33 ciudades de los siete continentes. Este año, la fiesta de baile sin alcohol celebra su décimo aniversario con un “Together Tour”, que incluye una parada en Los Ángeles el 7 de octubre.

«Gran parte de la vida nocturna es una cultura escapista», dijo Agrawal. “Es ‘Quiero salir de mi día estresante, de mi relación estresante’. Daybreaker es esta idea de volver a ti mismo en lugar de escapar de ti mismo”.

Argentina, a contramano del «no alcohol»

Pese a reiterados intentos de lograr fiestas sin alcohol, la propuesta hasta ahora no tuvo éxito en el país. La Daybreaker, por ejemplo, se festejó una vez en 2017 y jamás volvió. La Municipalidad de Casilda, por su parte, también celebró en 2018 y 2019 la «Fiesta sin Alcohol», destinada a jóvenes estudiantes. Lo mismo se intentó en Dean Funes y en Bariloche, con propuestas que no prosperaron más allá de la pandemia.

Mientras tanto, el consumo de alcohol en jóvenes sigue preocupando. Según un relevamiento publicado este mes por la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, el 87% de los encuestados consumieron alcohol alguna vez en su vida y casi el 48% lo empezó a hacer entre los 14 y 15 años de edad, mientras que el 24,6% lo hizo antes.

Se trató de una investigación realizada por el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría e incluyó a más de 1.200 jóvenes scouts en distintos puntos del país. El objetivo fue que los resultados puedan servir de insumo en «la elaboración de prevención y concientización» sobre el consumo de alcohol, según el organismo.

Otros de los resultados de la investigación fueron:

  • La prevalencia de vida en el consumo es mayor entre las mujeres (88,1%) respecto a los hombres (85,2%).
  • Casi el 67% de las y los scouts que toman alcohol, lo han hecho en el último mes.
  • La bebida con alcohol más consumida por jóvenes scouts es el fernet, seguido por los aperitivos, vodka, vino y cerveza.
  • El principal lugar de consumo es la “casa de amigos/as” y la mayoría reconoce que bebe alcohol porque le gusta el sabor, busca divertirse o desinhibirse.
  • Uno de cada 10 de los entrevistados (12,3%) reconoce que bebe más de cinco copas cada vez que consume alcohol, siendo un nivel riesgoso para la salud dado que puede implicar una intoxicación.
  • Casi el 50% de las y los entrevistados afirma haber viajado en un automóvil después de consumir alcohol o junto con otra persona que lo hizo.

Fuente BAE Negocios